En su juventud, John A. Grimshaw (1836-1893) fue influenciado por los pintores prerrafaelitas, quienes se enfocaron en usar un espectro completo de colores para retratar la naturaleza de la manera más realista posible pero fueron las vistas a la luz de la luna de las calles suburbanas de Docklands, Hull, Liverpool y Glasgow por lo que el pintor es mejor recordado.
Sus pinturas siguen fascinando y agitando la imaginación hasta nuestros días, el artista aplicó la tradición de las escenas rurales iluminadas por la luna a la ciudad, con charcos de lluvia y niebla humeante en la Inglaterra industrial. Son paisajes nocturnos, poéticos, agudamente centrados, casi fotográficos.
Las romantiquísimas pinturas representan el mundo moderno, pero Grimshaw las hizo escapar de las ciudades sucias y deprimentes llevándolas hacia una evocación lírica hermosa.
Grimshaw capturó el frío y la humedad penetrando en las pesadas ropas de las figuras que a la madrugada van a trabajar y las envolvió en una atmósfera verdaderamente nostálgica; y así es como me siento cuando veo cuadros como éstos. Otras situaciones, otras vidas, cada una con su propia historia que contar. Me encantaría poder entrar en uno de esos lienzos, hacer un retroviaje a esa época y aquellos paisajes.
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Blackman Street, Borough, London, 1885 |
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Westminster Bridge by Moonlight, 1880 |
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Liverpool Quay by Moonlight, 1887 |
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Reflections on the Thames, Westminster, 1880
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Park Row, Leeds, 1882
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The Gossips, Bonchurch, Isle of Wight, 1880 |
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