Al prestigioso artista David Uhl le fascinan la forma, la función, el ronroneo y la belleza de las máquinas; especialmente adora las motos Harley-Davidson.
Desde 1988, sus lápices, pinceles y sensibilidad artística se apresuraron a documentar las líneas, curvas y colores del vehículo ese que despierta el éxtasis visceral.
En 1998 el artista, presentó su primera pintura al óleo en la sede de Harley-Davidson en Milwaukee y fue recibido como el primer pintor con licencia de la mismísima compañía.
Desde entonces, David ha creado decenas de obras que permiten revivir la historia del legendario fabricante. Estudiando detenidamente archivos de la compañía, ha seleccionado numerosas composiciones y los llevó a la vida en óleo sobre lienzo. Su estilo atemporal es perfecto para capturar las emociones profundas y los sueños de libertad que Harley-Davidson evoca.
Pero la inclinación de Uhl por crear representaciones de alta fidelidad se extiende más allá de las motocicletas; también retrata temas automotrices, la estética steampunk (subgénero retrofuturista de ciencia ficción que incorpora tecnología y diseños estéticos inspirados en la maquinaria industrial a vapor del siglo XIX), la aviación de guerra, el género del oeste y el pin-up. Digamos que encontró lo que todo artista lucha por conseguir, estilo propio; y lo hizo forjando un sincretismo con cada emblema de su país.
En 2013, tanto Harley-Davidson como el Vaticano le encargaron la creación de pinturas para conmemorar la celebración del 110º aniversario de H-D en Roma. Uhl presentó la pieza Chance Encounter al Papa Francisco durante una reunión privada. La pintura representa a un grupo de clérigos que observan una Harley-Davidson FL de 1948 mientras caminan por la Plaza San Pedro. Es un lienzo muy original y conocido.
Sin embargo, en esta oportunidad les presento la esencia y el estilo de vida de la cultura motociclística pero sólo con chicas al volante; así las ve David Uhl.