lunes, 31 de agosto de 2020

⋆༺❁°•⋆ Todo lo que Brillaba era Oro ⋆༺❁°•⋆

 Así, 

como de una caja de sorpresas,

aparecieron 

frente a mí, 

fotos viejas


Saltaron del cajón

donde dormitan cosas queribles

y me imantaron de historias,

enseguida pusieron en marcha 

el vehículo de la memoria


Algunas sobrevivieron incendios

y mudanzas,

creo que tomaron protagonismo

sólo para recordarme la vida que alguna vez fue


Están por todas partes, 

en el fondo de baúles, 

en cajones... 

qué joven era... qué flaca estaba...

el flash que me hizo cerrar los ojos... 


El álbum es un viaje a la infancia 

y su feliz candor

debería tener en la tapa un aviso

que dijera:

"frágil! vacaciones felices en la playa, 

cuando sólo te importaba 

a qué hora el heladero pasaba"

o, 

"advertencia: cumpleaños donde lucías 

vestidos ridículos pero que te encantaban"


Son flashbacks congelados,

instantes recortados...

se gestaron 

a lo largo de los años y 

silenciosas me miran, 

me evocan


Más que nada deberían alertarme:

"cuidado! fotos retro 

de tus seres queridos 

que ya están muertos"


Hoy soy yo la que 

preserva un legado visual valioso, 

soy yo y mi propia historia

pero también soy mis ancestros,

soy mis padres y abuelos

asomados a las barandas 

de los barcos

palpitando la nueva tierra 

que estaban determinados a llamar: 

Hogar


⋆༺❁°•⋆ Carolina Haus  ⋆༺❁°•⋆


domingo, 30 de agosto de 2020

Gustave Caillebotte, entre el Realismo y el Impresionismo

Gustave Caillebotte (1848-1894) fue un pintor miembro y mecenas de los artistas conocidos como impresionistas (aunque él pintó de una manera más realista que muchos otros del grupo), coleccionista de arte, filatelista, arquitecto naval y regatista francés
 
Quizás debido a su estrecha relación con muchos de sus compañeros, su estilo y técnica variaron considerablemente, como si tomara prestado y experimentara pero no se apegara realmente a ningún estilo. El artista pretendía pintar la realidad tal como existía y como él la veía, con la esperanza de reducir la teatralidad inherente a la pintura.

Las primeras gotas de una lluvia de verano cayendo en el río, tejados nevados, un brazo del Sena otoñal, jardines de rosas, los girasoles, los veleros, los canotiers y el agua que se escurre entre los adoquines me maravillan y aturden. 
Amo estas pinturas con sus matices de azul pálido, rosa y tintes de gris lavanda. Son escenas caracterizadas por una perspectiva distinta y ángulos de visión inesperados; representan la percepción que el pintor tenía del París del siglo XIX y su gente.

Si Caillebotte hubiera sido pobre, sería el impresionista maldito ya que no vendió cuadros y su trabajo no fue valorado más que por sus compañeros. El reconocimiento recién llegó hacia finales del siglo XX, cuando su obra se reveló como una de las más modernas del impresionismo.

Su legado es monumental, original, atípico y diverso; altamente influido por la fotografía. Tal vez ya prefiguraba el neoimpresionismo.

Caillebotte pintó cerca de 500 cuadros durante sus 45 años de vida, la inmensa mayoría de los cuales todavía pertenecen a los descendientes de su sobrina, Geneviève.


























martes, 25 de agosto de 2020

Atilio Malinverno, el Filósofo de los Arboles

Paisajista por excelencia, Malinverno ha pintado la belleza sugestiva de árboles y horizontes. Sus creaciones  pertenecieron al movimiento de renovación plástica postimpresionista que se inició con el primer decenio del siglo XX,  pero resalto que sus cuadros no tienen parentesco alguno con los de otros pintores argentinos del género, tiene Malinverno su propia personalidad; cada paisaje suyo es un canto ecológico. 

Disfrutaba recreando las arboledas de sauces, algarrobos, eucaliptos y álamos con sus follajes densos, en los que se filtra la luz del sol. Especialmente el eucaliptus era para el artista una síntesis perfecta de gracia y proporción, por eso protagoniza muchos de sus cuadros. Al leit motiv de su obra le otorgó una luminosidad especial.

Sus paisajes son inconfundibles por las anchas pinceladas. El introspectivo pintor  desplegó su caballete en las sierras cordobesas, la llanura pampeana, las sierras de Tandil, la costa de Quilmes, las barrancas de San Isidro, Hudson y los bosques de Palermo. 

En cada  óleo brindó algo de su propio corazón, el mismo que le jugó una mala pasada el 21 de junio de 1936; justo el día en que comenzaba el invierno.
















miércoles, 19 de agosto de 2020

Rafael Sanzio. Prodigio de Serenidad, Armonía y Perfección

Este 2020 se cumplen cinco siglos de la partida de uno de los grandes del Trío Divino: Raffaello Sanzio da Urbino, y quise dedicarle un pequeño recuerdo. El pintor y arquitecto italiano del Alto Renacimiento fue llamado por los dioses a los 37 años, sorpresivamente, en su plenitud y cuando toda Roma lo adoraba. 

Era rico, famoso y admirado; un verdadero rockstar de su época. Los trabajos de Raffaello fueron tan populares que los clientes tenían que esperar bastante para tenerlos.  

La producción de sus, ya diría, íconos artísticos fue enorme, continua y de máxima calidad,  no dejó obras inconclusas. Muchas se encuentran en el Palacio del Vaticano, no queda casi ninguna en manos privadas. 

El príncipe de los pintores estudió con Il Perugino. Eso dice mucho de la elegancia e integridad estética y emocional del artista, así como su gusto por la serenidad y la calma; incluso asimiló las virtudes del maestro de Perugia y reelaboró los defectos.

El hijo del Arte representó la búsqueda de belleza que caracterizó aquella etapa mágica de la humanidad. Realizó importantes aportes en la arquitectura y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos.​ De algún modo, sentó la bases de las teorías del patrimonio en la famosa Carta a León X, un documento que permaneció oculto por dos siglos y en la cual pide al pontífice la salvaguarda del tesoro cultural de la Antigua Roma. Allí describe el estado deplorable de monumentos antiguos de los cuales extraían el mármol para otros edificios, como la propia Basílica de San Pedro.

Su carrera se divide en tres fases y tres estilos: sus primeros años en Umbría, luego un período de unos cuatro años absorbiendo las tradiciones artísticas de Florencia, seguido de sus últimos doce frenéticos y triunfantes años en Roma, trabajando para dos Papas y sus colaboradores más cercanos.

El funeral fue grandioso, asistieron grandes multitudes. Era Viernes Santo. Cuatro cardenales vestidos de púrpura llevaron su cuerpo, cuya mano fue besada por el Papa. La inscripción en el sarcófago de mármol fue escrito en latín por el cardenal y poeta Pietro Bembo, dice: "Aquí yace Rafael. Cuando vivía, la Naturaleza temió ser vencida por él. Y al morir él, temió morir ella."

San Michele sconfigge Satana
Lo Spasimo
Madonna del Granduca
Il Sogno del Gentiluomo
Le Tre Grazie
Madonna dell'Unicorno
San Giorgio e il Drago
 L'Incoronazione della Vergine
L'Incendio nel Borgo
Scuola di Atene
Trionfo di Galatea
Resurrezione
La Madonna della Rosa
La Madonna dei Garofani
Madonna Esterhazy 
La Madonna del Prato
La Pala Colonna