_MET_DT382.jpg)
.jpg)
_-_Google_Art_Project.jpg)
_-_Google_Art_Project.jpg)
De este retrato del siglo XV no se conoce quién fue el autor ni tampoco la fecha exacta de su realización, pero está datada circa 1470.
El estilo artístico de esta pintura se caracteriza por el realismo detallado y meticuloso. Cada rasgo facial, cada pliegue de la aparatosa vestimenta están representados con una precisión sorprendente, lo que demuestra la habilidad técnica del pintor.
El retrato transmite una sensación de serenidad y elegancia, pero esa mosca posada sobre el tocado blanco de la mujer, me irrita; el maestro pintó hasta la sombra del insecto. Está tan bien lograda, que me dan ganas de mover la mano para asustarla y que vuele :)
En Pintura la mosca tiene doble significado, uno es el virtuosismo y el otro, la muerte. Por lo tanto esta obra podría clasificarse como "memento mori"; más sentido tiene si observamos que con dedos muy delgados, la modelo (tampoco identificada) señala una ramita de nomeolvides. Las flores eran a veces un símbolo del matrimonio, por lo que es posible que se las representara para conmemorar un compromiso, pero también hacen referencia al recuerdo. Por lo tanto, bien podría ser una invitación a recordar a la modelo a través de este retrato cuando esté ausente, o incluso después de su muerte.
Una inscripción en la parte superior del cuadro dice: GEBORNE HOFERIN. Esto significa que la mujer es de la familia Hofer, pero como en aquella época se trataba de un apellido común en el sur de Alemania, no ayuda a identificarla.
En conclusión, esta es una obra muy protocolar e interesante pero todo en ella es un enigma.
Como si se tratase del siglo de oro de la mejor pintura holandesa, la fotografía de Marie Cecile Thijs mezcla estilo contemporáneo con referencias clásicas.
En esta serie, los ronroneantes modelos aparecen luciendo un cuerno, una tiara, coronas y una gorguera antigua real del siglo XVII de la colección del Rijksmuseum de Amsterdam.
Dado que este collar es muy delicado y poco común, Marie Cecile lo fotografió por separado y luego lo añadió digitalmente a los elegantes michifuces.
Ya sea en las paredes de una cueva, las tumbas de grandes reyes, un lienzo o las paredes de un edificio, el anhelo de la humanidad por imprimir tinta en alguna superficie ha dado lugar a las obras maestras más hermosas que el mundo ha conocido, pero, muy pocas alcanzan la fama necesaria como para ser realmente consideradas memorables.
Ya sea por impactantes o alguna cualidad única, las siguientes han sido analizadas, reproducidas, referenciadas, interpretadas y comercializadas con más frecuencia que cualquier otra obra de arte. Revisitémoslas.
LA MONA LISA
Artista: Leonardo da Vinci
Fecha estimada: 1503 a 1519
La Mona Lisa es posiblemente una de las piezas más comentadas de todos los tiempos. En el museo del Louvre, su pintura atrae a más de seis millones de personas cada año para contemplar a la mujer que se cree es Lisa Gherardini, la esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo, pero los expertos no están seguros. Ella es pura maravilla, puro misterio y ha sufrido un nuevo infame ataque recientemente.
LA NOCHE ESTRELLADA
Artista: Vincent Van Gogh
Fecha estimada: 1889
Van Gogh produjo algunas obras espectaculares y alcanzó un gran éxito después de su muerte. Su cuadro La noche estrellada es una de las imágenes más populares de la cultura moderna. Los llamativos azules y amarillos de la pintura y la atmósfera onírica y arremolinada han intrigado a los amantes del arte durante décadas.
Deslumbra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
EL GRITO
Artista: Edvard Munch
Fecha: 1893
Dónde verlo: Museo Nacional de Oslo, Noruega
Esta también es una de las obras de arte más emblemáticas de la historia. Es parte de una serie épica conocida como El Friso de la Vida. Pero The Scream fue señalado como la composición más influyente de la época. Se inspiró en una experiencia que tuvo Munch mientras daba un paseo al atardecer en Oslo cuando un espectacular tono rojo abrumó sus sentidos.
LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA
Artista: Salvador Dalí
Fecha estimada: 1931
Dónde verlo: Museo de Arte Moderno (Nueva York)
Con un bigote alocado y una imaginación a la altura, la creatividad de Dalí superó con creces la norma. Aunque fue expulsado del movimiento surrealista en 1934, su obra siempre será recordada por llevar al espectador a su conciencia extraña, oscura e irreal. La pintura que muestra relojes derritiéndose sigue siendo uno de los ejemplos surrealistas más reconocidos hasta la fecha. Es muy memorable porque representa imágenes que es más probable que se encuentren en los sueños que en la conciencia de vigilia, un tema que a todos nos encanta compartir.
EL NACIMIENTO DE VENUS
Artista: Sandro Botticelli
Fecha estimada: 1482
Dónde verlo: Galería de los Uffizi (Florencia, Italia)
Esta es mi favorita. La historia de su nacimiento tiene un trasfondo muy interesante, pero en pocas palabras, se decía que Afrodita nació de la espuma del mar; se levantó de las olas sobre una caracola y desembarcó en Chipre.
Boticcelli usó el dibujo como vehículo para desplegar su sofisticado vuelo intelectual; imprimió a toda su obra una elegancia y una melancolía únicos, que unidos a un agudo sentido dramático y a una notable fantasía, lo distinguió mucho de sus contemporáneos y creó esta belleza.
"El Nacimiento..." ha sido un tema famoso entre los creativos y entusiastas del arte durante años. Esto se debe a que prácticamente encarna el renacimiento de la civilización, una nueva esperanza, un cambio geopolítico, social y cultural que se produjo después de la agitación de la Edad Media.
