Un conflicto entre dos fes, el enfrentamiento entre la media luna y la cruz, eso fueron las Cruzadas. La sangre llevaba miles de años corriendo por las tierras sagradas de Oriente Medio pero la herida más profunda fue la causada por cristianos y musulmanes, iniciada a finales del siglo XI y que duraría doscientos años. Las ya legendarias Guerras Sagradas fueron expediciones militares emprendidas por la Cristiandad occidental bajo la dirección del papado, a fin de expulsar de los Santos Lugares a los musulmanes. Desde el año 1000, eran muchos los cristianos que acudían en peregrinación a Tierra Santa.
En 1076, los musulmanes habían capturado Jerusalén -el más santo de los lugares santos para los cristianos-. Jesús había nacido en las cercanías de Belén y había pasado la mayor parte de su vida en Jerusalén, allí sucedieron los hechos más importantes de su vida. Fue crucificado en el Monte Calvario, también en Jerusalén por lo tanto para un verdadero cristiano no había lugar más importante en la Tierra que Jerusalén, la "Ciudad Santa".
En Europa, las comunidades cristianas vivían un momento de profundo sentimiento religioso y un estado de vigor militar. Aunque dividida política y culturalmente, Europa occidental estaba unida por su pertenencia a la Iglesia católica bajo la autoridad del papado. Entre el 950 y el 1100 se produjo un renacer religioso, encabezado por grandes monasterios como el de Cluny, mientras que las peregrinaciones a los lugares santos, como Roma, Santiago o Jerusalén, comenzaron a ser habituales.
Pero Jerusalén también era una ciudad santa para los musulmanes, allí fueron levantados el santuario de la Cúpula de la Roca y la mezquita de al-Aqsa y fue conquistada en el año 638 por el califa Omar. Los musulmanes concedieron una cierta tolerancia a los cristianos. Sin embargo, a mediados del siglo XI se produce la penetración de tribus turcas, que arrebatan Jerusalén y Siria a los fatimíes de Egipto y aniquilan al ejército bizantino en Manzikerta. La amenaza sobre Bizancio y la intolerancia religiosa de estos turcos selyúcidas provocará la ruptura de relaciones con el occidente cristiano.
Será el papa Urbano II quien ponga en marcha definitivamente el plan para conquistar Tierra Santa, haciendo un llamamiento a participar en ella a todos los caballeros cristianos. Estas expediciones, hechas en nombre de la Cruz, serán llamadas Cruzadas.
En 1076, los musulmanes habían capturado Jerusalén -el más santo de los lugares santos para los cristianos-. Jesús había nacido en las cercanías de Belén y había pasado la mayor parte de su vida en Jerusalén, allí sucedieron los hechos más importantes de su vida. Fue crucificado en el Monte Calvario, también en Jerusalén por lo tanto para un verdadero cristiano no había lugar más importante en la Tierra que Jerusalén, la "Ciudad Santa".
En Europa, las comunidades cristianas vivían un momento de profundo sentimiento religioso y un estado de vigor militar. Aunque dividida política y culturalmente, Europa occidental estaba unida por su pertenencia a la Iglesia católica bajo la autoridad del papado. Entre el 950 y el 1100 se produjo un renacer religioso, encabezado por grandes monasterios como el de Cluny, mientras que las peregrinaciones a los lugares santos, como Roma, Santiago o Jerusalén, comenzaron a ser habituales.
Las Cruzadas de la Fe |
Pero Jerusalén también era una ciudad santa para los musulmanes, allí fueron levantados el santuario de la Cúpula de la Roca y la mezquita de al-Aqsa y fue conquistada en el año 638 por el califa Omar. Los musulmanes concedieron una cierta tolerancia a los cristianos. Sin embargo, a mediados del siglo XI se produce la penetración de tribus turcas, que arrebatan Jerusalén y Siria a los fatimíes de Egipto y aniquilan al ejército bizantino en Manzikerta. La amenaza sobre Bizancio y la intolerancia religiosa de estos turcos selyúcidas provocará la ruptura de relaciones con el occidente cristiano.
Será el papa Urbano II quien ponga en marcha definitivamente el plan para conquistar Tierra Santa, haciendo un llamamiento a participar en ella a todos los caballeros cristianos. Estas expediciones, hechas en nombre de la Cruz, serán llamadas Cruzadas.
En 1095, S.S. Urbano II quiso poner fin a la expansión turca y para defenderse de su proverbial belicosidad, instó a empuñar las armas en defensa de la fe cristiana. Llamó a la Guerra Santa a nobles y reyes cristianos y se organizaron en potentes agrupaciones armadas. Los peregrinos difundían la idea de que era posible la conquista de aquellas tierras, al tiempo que ponderaban sus riquezas. Las peregrinaciones a los Santos Lugares se convirtieron pronto en auténticas expediciones guerreras, y son consideradas la gran gesta de la Cristiandad pero sólo la primera cruzada fue exitosa, las restantes fracasaron. En 1270 terminó la octava cruzada.
En 1272 el Papa Nicolás IV convocó a una novena cruzada motivado por la pérdida de Trípoli, sin embargo, no tuvo ningún eco entre los monarcas cristianos más preocupados por la Guerra de los Cien Años que por recuperar los Santos Lugares.
Europa sufrió una serie de cambios y, aunque fue un período lleno de hazañas y miserias, evitó que el viejo continente desapareciese bajo la civilización árabe.
La Cruzada Infantil
Entre la cuarta y la quinta cruzadas, un pastor francés predicó la Cruzada Infantil porque, segun él, sólo los puros de corazón conseguirían liberar el Santo Sepulcro.
Multitud de niños de Alemania y Francia se pusieron en camino pero murieron al pasar los Alpes; algunos llegaron a Roma donde el Papa los desalentó a seguir, otros fueron apresados por mercaderes de Marsella, quienes los vendieron como esclavos a los países musulmanes (1212).
Multitud de niños de Alemania y Francia se pusieron en camino pero murieron al pasar los Alpes; algunos llegaron a Roma donde el Papa los desalentó a seguir, otros fueron apresados por mercaderes de Marsella, quienes los vendieron como esclavos a los países musulmanes (1212).
La Cruzada Infantil |
Órdenes Religiosas y Militares
La fe fue el nexo que unió a cruzados llegados de todos los rincones de Europa para combatir por la Tierra Santa. La protección de los peregrinos llevó a la creación de órdenes religiosas y a la construcción de castillos en Palestina y el Mediterráneo. Aunque de raíces inicialmente hospitalarias, pronto devinieron en militares. Entre ellas, se destacaron la Orden del Temple y la Orden Teutónica.
La Orden de los Templarios -fundada en Jerusalén en 1119- acumuló territorios y riquezas hasta su disolución en 1312 por el Papa Clemente V.
La Orden Teutónica fundada en 1198 por nobles alemanes dominó Lituania, Prusia, Polonia y Estonia hasta 1466. Luego, retomó sus raíces hospitalarias.