Richard Estes, ese Punto entre Realidad y Abstracción

El hiperrealismo o fotorrealismo es un movimiento artístico figurativo que reproduce la realidad con una nitidez y definición semejante a la exactitud fotográfica, pero aplicando técnicas pictóricas o escultóricas que hacen la imagen más vívida que la mera fotografía.  De este movimiento, Richard Estes (n. 1932) es uno de los pintores más importantes de Estados Unidos y del paisaje urbano de Nueva York. 

Los  paisajes de Manhattan se convirtieron en sus preferidos y con el tiempo los temas de otras ciudades del mundo fueron objeto de sus obras. La luz de sus lienzos buscan los momentos más brillantes del día, sintiéndose atraído por las superficies metálicas, los cristales, los medios de transporte y carteles.

Uno de los motivos por los cuales me encanta este artista es porque logra confundir al propio ojo humano con lo que está pintando; no sabemos si el cristal está tan limpio que vemos a través de él o si lo que observamos es un reflejo de lo que está justamente delante, nos confunde. Lo mismo ocurre con las señales de tráfico, con los edificios, y eso también es un claro ejemplo de que no está tratando de imitar una foto, sino que la está adaptando. Crea una imagen -en ese sentido- irreal.

Sin embargo, mi cosa favorita con este pintor es que esconde su nombre en muchas de sus pinturas. Por lo general no pone su firma en una esquina, su nombre está oculto como una parte más dentro del cuadro. Hay que observar detalladamente. Es un juego visual original y divertido. Y, sin duda, la nostalgia que me transmite juega un papel importante en que yo lo encuentre atractivo.

El Lenguaje de las Flores, un Sofisticado Código que la Sociedad Victoriana utilizaba para Expresar Sentimientos

William Shakespeare, Jane Austen, Charlotte y Emily Brontë, y la novelista infantil Frances Hodgson Burnett, entre otros, utilizaron el lenguaje de las flores en sus escritos, a menudo como alegoría de la femineidad. Pero las flores poseen un -literalmente- amplísimo lenguaje, aunque hoy en día permanezca casi olvidado. 

Todo comenzó en la Era Victoriana cuando se reforzó la autoridad moral y proclamar los sentimientos en público fue considerado tabú, por lo tanto los súbditos se inspiraron y expresaron  intimidad a través de poéticos pimpollos. 

Los arreglos florales se convirtieron en un medio de comunicación para enviar mensajes codificados, sirviendo para demostrar emociones que de otro modo nunca se hubieran podido declarar.

Aprender los significados particulares y el simbolismo asignado a cada una de ellas era una manera de jugar el juego sutil del cortejo en secreto, incluso hay simbolismo en el color.  Sin embargo, algunas plantas se usaban para enviar mensajes negativos. El aloe representaba amargura; los rododendros, peligro. 

No conocemos ya la complejidad de aquel espléndido sistema pero por lo menos sabemos que las rosas rojas implican amor romántico y los tulipanes, pasión y nos queda el consuelo de observar algunas obras de arte que inmortalizaron aquellos tiempos idos.

Violets, Sweet Violets by John William Godward

Summer Offering - Alma Tadema 

Sun and Moon Flowers by George Dunlop Leslie

A Lady in the Garden - Herbert Arnould Olivier

Llegó la Primavera - Albert Lynch

La Pompeya de finales del siglo XIX en la pintura de Luigi Bazzani

Luigi Bazzani, también llamado Il Bazzanetto, fue un pintor, ilustrador y acuarelista italiano. Estudió en la Accademia di Belle Arti de Bolonia, luego viajó a Francia, Alemania y, finalmente, a Roma, donde se estableció en 1861 y comenzó a especializarse en temas de género y paisaje, así como en escenografías para teatros. 

Muchas de sus pinturas presentaban los restos de los monumentos de la ciudad desde la antigüedad clásica e inspirado por el redescubrimiento de Pompeya en 1748, pasó 35 años de su vida desde aproximadamente 1880 hasta 1915 documentando las ruinas de la antigua ciudad que habían sido expuestas por las excavaciones en curso con pinturas de acuarela. 

Bazzanetto (1936-1927) experimentó con las técnicas del relieve arquitectónico, un aspecto hasta ese momento poco conocido pero de gran interés para la investigación arqueológica; su atención al detalle y la habilidad técnica le permitieron replicar piedra antigua y dio como resultado que las creaciones logradas eran de una artesanía tan fina que fueron apreciadas por los excavadores y científicos del lugar.

Norman Rockwell, la Vida como Quisiéramos que Fuera

Valores clásicos, la calidez de la vida cotidiana, soldados regresando a casa victoriosos, patriotismo... todo artista tiene su propia forma de ver la vida, lo cual determina el tratamiento que da a un tema o situación y Norman Rockwell (1894 - 1978) fue uno de los ilustradores más queridos de los Estados Unidos ya que dejó un legado de pinturas entrañables que representan de forma atractiva escenas simples de la vida norteamericana y todo lo hizo con un toque de humor y ternura.

Lo veo como la perfecta contracara de Edward Hopper, quien se caracterizó por plasmar ambientes desolados y toda su obra representa como ninguna otra el tedio y el drama de lo cotidiano.

La misión de Norman Perceval Rockwell fue la de evocar las bondades de la vida aunque de ninguna manera ignoraba la realidad que lo circundaba -de hecho en su madurez abordó temas más serios como los derechos civiles, la pobreza, la exploración espacial y pintó los retratos de  Kennedy, Eisenhower, Nixon y Johnson así como varias escenas relacionadas con las elecciones-. Simplemente lo que Rockwell procuró fue recordarnos lo que la vida realmente puede llegar a ser.