El Reino de los Países Bajos brinda legados de gran riqueza aunque no tengamos a sus artistas tan en mente. Es el caso de Nicolaas van der Waay (1855-1936) que fue un pintor decorativo. La calidad atemporal de su trabajo evoca inmediatamente a los maestros holandeses de la Edad de Oro.
Su obra se extendió entre el retrato, la alegoría, la historia, los desnudos, los paisajes urbanos y las naturalezas muertas ejecutados en un estilo que comenzó como altamente realista pero que a finales de siglo transicionó hacia una síntesis entre realismo e impresionismo.
Su obra se extendió entre el retrato, la alegoría, la historia, los desnudos, los paisajes urbanos y las naturalezas muertas ejecutados en un estilo que comenzó como altamente realista pero que a finales de siglo transicionó hacia una síntesis entre realismo e impresionismo.
También diseñó sellos, monedas y billetes pero surgió como una joya con las ilustraciones alegóricas que creó para el Golden Coach y una serie de pinturas que representan la vida de las niñas del Orfanato de Amsterdam. Esas escenas demostraron ser muy populares. Van der Waay estaba fascinado por el aspecto atemporal de las niñas y realizó una serie de pinturas y dibujos de ellas vestidas con el traje rojo y negro y el del día domingo.
Casi seguro es que el autor idealizara la apariencia de estas chicas ya que parecen estar envueltas en un encanto trascendente; tal vez no tuviera nada que ver con la realidad.
Casi seguro es que el autor idealizara la apariencia de estas chicas ya que parecen estar envueltas en un encanto trascendente; tal vez no tuviera nada que ver con la realidad.
Empecé mirando los cuadros, y me sorprendí cuando leí la época en que el amigo Nico los pintó. Realmente muy lindos, y muy lindas las mujeres que retrató. Me enamoré de la chica de las uvas, así que avisale a la del último cuadro que lo lamento, pero que no me espere a cenar! Beso.
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