Según la leyenda, mucho antes de que el café se convirtiera en imprescindible para nuestra sobremesa y para iniciar la jornada medianamente despiertos, los primeros en experimentar sus euforizantes efectos fueron, en este orden, un grupo de cabras yemeníes y su joven pastor.
Al parecer, allá por el siglo IX, un muchacho que cuidaba su rebaño se percató de que sus animales, después de comer las bayas rojas de un arbusto para él desconocido, parecían poseídas por una gran felicidad y brincaban alegres y juguetonas. Él mismo probó dichas bayas, encontrándose en un estado parecido al de sus cabras. En aquellos tiempos, estas cosas solían ser asunto del demonio, por lo que el pastor fue a consultar con el prior de un monasterio cercano.
El prior comprobó por sí mismo la historia del chico y aquella misma noche se le apareció Mahoma para enseñarle cómo tostar los granos del cafeto y realizar con ellos una infusión que ayudara a los monjes en sus vigilias.
Cierta o falsa la leyenda, el café era muy utilizado entre las comunidades musulmanas como remedio medicinal, y su preparación fue, durante siglos, un secreto muy bien guardado. En el siglo XVI penetró en Europa por Venecia, y luego se convirtió en la bebida más popular del mundo, creo yo.
Luminarias del siglo XVII se reunieron para discutir de ideas basadas en la razón, lo que ahora llamamos la Ilustración.
Ya sea que vayamos sólo para pensar y contemplar, o a reunirnos con amigos y charlar sobre la vida, el trabajo y cosas mundanas, piensen que allí es donde nacieron nuestras ideas modernas de libertad, progreso, tolerancia y fraternidad. Para mí, un caramel macchiatto!
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Cafe De Paris by Richard Edward Miller |
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The Cafe Terrace on the Place de Forum, Arles, At Night by Vincent van Gogh
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Terrasse de Cafe by Delphin Enjolras |
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The Cafe Royal, London by Sir William Orpen |
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Cafe de Paris by Jean-Georges Béraud |
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At the Cafe by Robert Koehler |
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In the Cafe by Gotthardt Kuehl |
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The Terrace Cafe, Mar del Plata, Argentina by Eugenio Alvarez Dumont |
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Cafe in Venice by Manuel Domínguez Sánchez
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Que maravillosa tu entrada Los diferentes cafes
ResponderEliminarlos colores
tus palabras.
Lo adoro al café con leche y azúcar pero tomo te con leche con azucar por la mañana
Esta entrada sí, es fascinante
mil abrazos
Ma che belli questi caffè d'altri tempi !!!Vien proprio voglia di sedersi un momento !!!Non saprei quale dcegliere, mi piacciono tutti. Un caffè ristretto per me, grazie !!!
ResponderEliminarHola Cararina! Que tal?
ResponderEliminarQue belas telas nos deixas hoje.
Os cafés do séc 19, onde os amores secretos se sentavam à mesa na mais doce clandestinidade!
Uma delicia, que a nossa imaginação prolonga até ao prazer supremo!
Estou sentado, dentro do carro, em frente à praia ouvindo música e deixando o pensamento atravessar o oceano nesta tarde de domingo!
Te deixo o meu carinho querida Catarina
e um beijo enorme!
Que barbaridad que se hayan perdido esos cafés y charlas tan amenas. Dado que el equilibrio empieza precisamente por saber tomar ya preciar el café a su temperatura... Procuremos no tomarlo con prisas que luego en el amor nos pasa lo mismo. Bicos e apertas querida Carolina por estas esencias de café que estimulan los corazones.
ResponderEliminarYo adoro el capuchino y me encantan ese cuadros. Re mando un beso
ResponderEliminarMe encanta el aroma del café. Me trae entrañables recuerdos.
ResponderEliminarY esos cafés antiguos tan preciosos.
Muy bella tu entrada de hoy.
Un beso. Feliz semana.
Y entonces llegó Starbucks...
ResponderEliminarDurante años, el café y el cigarrillo fueron en mi vida más importantes que el agua y el aire. Pero ya no...
Besotes Hada linda!
¡Qué interesante historia! sólo Dios sabe si será cierta, pero a mí me encanta el café...y sobre todo el café capuccino, amiga Carolina. Aunque por mi tendencia a la hipertensión no puedo darme el lujo de tomarlo al natural, sino descafeinado...pero te diré que es igual de rico. Me encantaron esas pinturas con cafecitos al aire libre. Un abrazo.
ResponderEliminarQue lindos cuadros, escenas de otro tiempo que podrían ser el motivo de un cuento. Me encanto tu historia y las pinturas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola me gustó mucho la historia del café, sin bien la conocía con esas bellas imágenes, espectacular, me sorprendió ver esa imagen antigua del café de Mar del Plata, soy de Argentina, y unos de mis cafés preferidos justamente coincide con tu preferido, me gustó mucho el blog, te cuento que yo escribo en un blog tambien, si te interesa leer algo te dejo el link, gracias https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/
ResponderEliminarHola chica bonita, hummm, no hay nada
ResponderEliminarque hacer ese cafecito con tan rico
aroma me trajo hasta aquí, felicito
tu presentación me bella Caro, un placer
visitarte.
Besitos dulces
Siby
Cada vez que entro a tu blog aprendo algo nuevo :)
ResponderEliminarNunca había escuchado la leyenda sobre el origen del café, es muy curiosa y digna de contar, gracias por compartirla con nosotras.
En cuanto a los cuadros, cada cual más bonito que el anterior, toda una gran recopilación de belleza!
Un abrazo y feliz miércoles!
Me encanta Van Gogh ❤
ResponderEliminarInteresante historia y yo que soy fan del café y no arranco sin él!
ResponderEliminarQué relato tentador. Lo describiste tan bien que me tuve que preparar un café. Hermoso!
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