De Giorgio Barbarelli da Castelfranco o Giorgione muy poco se sabe, es un artista cuya vida y obra son misteriosas; ni siquiera las fechas de venida al mundo y temprana partida están claras: circa 1479-1510.
Naturalmente, la carrera del pintor italiano del Alto Renacimiento quedó interrumpida por su muerte con poco más de 30 años pero sin embargo, el Gran Giorgio es conocido por la calidad poética de su trabajo, aunque algunos historiadores hasta hayan llegado a dudar de su existencia debido a la escasez de datos biográficos.
Por fin han acordado en que oficialmente sólo pueden atribuírsele seis dibujos, entre ellos "La tempestad" que incluso el significado de esta obra plantea dudas de toda índole.
La Tempestad es un hito en la pintura de paisajes del Renacimiento; con su dramatización de una tormenta a punto de estallar ha sido llamado el primer paisaje no religioso de la Historia del Arte occidental. El significado de la escena no es claro, pero su maestría es evidente. Representa a un soldado y a una mujer desnuda dando el pecho a un niño, separados por un arroyo. Al fondo se ve una ciudad y en el cielo la tormenta que su título indica.
La multitud de símbolos que tiene el lienzo ofrece muchas interpretaciones pero ninguna lo suficientemente satisfactoria. Las teorías que apuestan por la dualidad (hombre-mujer, ciudad-campo) han ido decreciendo al comprobar en un estudio radiográfico, que el hombre era originariamente una mujer desnuda sentada. Por eso, de las numerosas lecturas, ninguna es definitiva. Generalmente se asume alguna fuente literaria de naturaleza romántica, ya que ningún artista del Renacimiento incluiría dos figuras misteriosas sin significado. El tema más bien parece un mero pretexto para la realización de un ejercicio de imaginación creadora.
En resumen, las innovaciones del enigmático artista tuvieron especial importancia en dos aspectos: el paisaje y el desnudo femenino; en cuanto a la técnica del retrato, también causó una impresión muy profunda y de gran alcance.
Nada menos que pintores como Tiziano, Palma Vecchio y Lorenzo Lotto lo imitaron tan estrechamente a principios del siglo XVI que a veces es prácticamente imposible distinguirlos.
La dificultad a la hora de hacer atribuciones seguras de determinadas obras de la propia mano de Giorgione data del mismo momento de su muerte, cuando algunas de sus pinturas fueron terminadas por otros artistas, y su considerable reputación también llevó a asignaciones erróneas.
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La Tempestad |
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Moisés en la prueba del oro y del fuego |
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Pala di Castelfranco |
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Judith |
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Concierto campestre |
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Laura |
A Arte é fascínio nos nossos olhos. A sua História é a bengala que nos guia nesses caminhos.
ResponderEliminarBeijo
SOL