Eras resplandor de luna
bailando en el pavimento,
pero también eras amor propio
y supe lo ardiente que un beso tuyo puede ser, 
tanto como el sol de nuestro último verano
Por un instante, 
la dimensión del tiempo parecía estrecharse
y las percepciones se tornaron más profundas
Las estrellas brillaban más intensamente y la luna parecía 
más cercana, 
más tersa, 
inmaculada
Esa generosidad para regalar belleza que tiene el verano 
es una experiencia sensorial, 
es un pronosticador de aventuras tocando con los sueños 
a nuestra vecina celestial
La magia estaba en el aire  
y durante la cuenta regresiva
emitimos el regalo de la amabilidad al mar
Rosas y lluvia... ninguno pudo resistir la dulce fragancia 
y la pura felicidad que brindaron...
Tanta es la nostalgia que me trajo nuestro último verano..!
♥ Carolina Haus ♥

No hay comentarios:
Publicar un comentario