"Nací el 1° de Marzo de 1890" -cuenta Quinquela Martín en su libro autobiográfico-.
"En rigor no estoy muy seguro de haber nacido en esa fecha. Mi nacimiento se pierde en la sombra de lo desconocido. Lo único que sé y pude comprobar, es que el 21 de marzo de 1890, un niño de pocas semanas fue depositado en torno de la Casa de los Niños Expósitos". Junto al niño había un papel y escrito con lápiz decía: "Este niño ya fue bautizado y se llama Benito Juan Martín".
Así de humilde fue el origen del afamado pintor de La Boca, filántropo y protector de las artes y hoy, una de las figuras más grandes del arte argentino.
Con gran riqueza de espíritu traspasó los obstáculos iniciales e iluminó con colores su "aldea", la zona del Riachuelo. Hizo de La Boca un lugar más poético, más evocador, emotivo y vibrante.
Lamentablemente, su maestría se apagó en 1977, ahora sus cuadros, murales y grandes pinturas decorativas se pueden disfrutar en el museo dedicado a su obra, como no podía ser de otra manera, ubicado en su amado barrio de La Boca, del que alguna vez dijo: "Cuanto hice y cuanto conseguí, a mi barrio se lo debo. De ahí el impulso irrefrenable que inspiró mis fundaciones, todas ellas afincadas en La Boca. Por eso mis donaciones no las considero tales, sino como devoluciones. Le devolví a mi barrio buena parte de lo que él me hizo ganar con mi arte. A los dos los siento como fundidos dentro y fuera de mí mismo".
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Don Benito, en el Puerto en plena tarea. Circa 1925 |
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Amanecer en La Boca |
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Barco en Astillero |
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Niebla y Sol |
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Amanecer con Escarcha |
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Reflejos de Sol |
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Niebla Azul |
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Atardecer Brillante |
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Día de Trabajo en La Boca |
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Pleno Sol |
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