Me parece interesante la trayectoria de Eustache Le Sueur, quien fue un pintor nacido en París, donde pasó la mayor parte de su vida. En su corta carrera dejó una producción mayormente religiosa.
Se interesó por el aspecto psicológico de sus modelos y desarrolló un nuevo clasicismo de composición y modelado, conservando su característica delicadeza, colores refinados y ternura. En sus últimos años, se enfrascó mucho en las obras de Rafael.
Fue un dibujante talentoso y prolífico, perteneció cronológicamente al período barroco, siendo el fundador de una corriente pictórica que se dio dentro del clasicismo francés, llamada aticismo. Rivalizó con Nicolas Poussin y -al igual que éste- se lo conoce también con el nombre de "El Rafael francés".
El Cielo lo reclamó a la edad de 38 años. Esta muerte prematura no le permitió alcanzar una verdadera madurez artística; fue algo olvidado en la segunda mitad del siglo XVII, rehabilitado en el XVIII, luego olvidado de nuevo en el siglo XIX pero hoy es considerado por los historiadores como uno de los iniciadores del clasicismo francés.
El artista, que estuvo vivo entre 1617-1655, nunca nos lleva a excesos pasionales sino que nos ofrece un ensueño lleno de tranquilidad en torno a la mitología cristiana o antigua. Las musas y las Vírgenes del artista nos elevan hacia un ideal donde sólo reina el orden sereno y la belleza.
¡Qué joven falleció con lo genial que era su arte!
ResponderEliminarUn abrazo, guapa.
Non lo conoscevo, un bravo pittore. Peccato che sia morto troppo giovane, prima di poter raggiungere una certa maturità artistica , comunque ha prodotto molte opere . Ciaoooo
ResponderEliminarInteresante y hermosa obra.
ResponderEliminarEs una pena su muerte tan prematura.
Un beso. Feliz semana.
No lo conocía... Me gusta mucho ese arriesgado cuadro del manto dorado con fondo dorado, hay que arriesgar mucho para lograr algo tan bien hecho
ResponderEliminarPaz
Isaac
Que belleza de cuadros. Difícil decidirse por uno porque todos son una maravilla. Se ven muy naturales.
ResponderEliminarGracias siempre Carolina por darnos a conocer este gran arte
Buen jueves.
Un abrazo.
Hmmm... no se... tal vez si..., pero... no.
ResponderEliminarEn realidad, no.
Por algo cada 100 años cae en desgracia...
Besitos!
La muerte no perdona y muchas veces se lleva a personas que tenían un gran potencial por desarrollar y ofrecernos.
ResponderEliminarNunca había oído hablar de este pintor, pero es lógico, no soy una experta en arte y solo sé algo de los pintores famosos cuyos cuadros se exponen y mencionan año tras año en los libros de texto.
Sus cuadros expresan piedad, seguro que le encantarían a Felipe II si los dos hubiesen coincidido en la época.
Ha sido un placer pasar por tu espacio, tu nombre se me hacía conocido pero luego me he dado cuenta de que es la primera vez que te visito, con tu permiso, aquí me quedo y te sigo.
Cariños.
Kasioles
Belíssimas pinturas.
ResponderEliminarDesconhecia o artista, obrigado pela partilha.
Beijinhos
Antigamente as pessoas morriam tão jovens, tinham tanto pra viver ainda...
ResponderEliminarAs pinturas são lindas realmente, que cores! Perfeitas!
Beijos nas bochechas!
Bom fim de semana! 😘
Realmente muy bellas imágenes, un placer visitarte, saludos, buen fin de semana, PATRICIA F.
ResponderEliminarAmar a las arte son signos de cultura.Saludos desde Andalucia
ResponderEliminarOlá Fada das rosas
ResponderEliminarlindas telas, desejo-lhe uma semana repleta de luz
Abraços Loiva
Eustache Le Suer, es un artista parisino de quien confieso no conocía de su existencia, ni tampoco de su espléndido legado artístico (realmente maravilloso).
ResponderEliminarPero hay algo en estas páginas de tu blog que sí reconozco. Tu amor por el arte, tu laboriosa investigación, tu generoso esfuerzo en pos de obsequiarnos una buena información, la calidez en tu lenguaje y ese estilo que te caracteriza, donde compartes con tanto cariño tus conocimientos, tanto así que, enciendes el interés de tus lectores (como en mi caso) por seguir aprendiendo algo más del artista que presentas.
Gracias Carolina por todo lo que das en tus páginas.
¡Gracias mil!
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