La Navidad es una época muy especial del año y las imágenes artísticas que mejor evocan esa sensación cálida y acogedora en el corazón son a menudo aquellas que existen desde hace mucho tiempo y que de alguna manera se han impreso en nuestro subconsciente; y las ilustraciones de Carl Olaf Larsson ofrecen algunas de esas imágenes tan amadas de la infancia.
El artista que vivió entre 1853 y 1919 fue una de las figuras más influyentes de una generación de pintores estimulados por el impresionismo (y luego el Japanismo y Art Nouveau) pero Larsson es considerado como el fundador del estilo de vida típico sueco.
Si pensamos en Suecia, sus obras son las primeras imágenes que se nos vienen a la mente. Sus pinturas y dibujos reflejan el día a día de su familia en Sundborn. A través de su trabajo, desplegó el hilo de su vida y presentó su técnica y personalidad excepcional.
Admirar sus ilustraciones nos lleva a un mundo tranquilo, casi paradisíaco. Estas acuarelas pueden considerarse el diario del artista. Estos niños que aquí vemos son sus hijos. Las estaciones pasan, los chicos crecen, juegan y viven felices para siempre bajo el elegante pincel de su padre.
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