"Abandonada al lánguido embeleso
que alarga la otoñal melancolía,
tiembla la última rosa que por eso
es más hermosa cuanto más tardía."
(Fragmento de "Rosa de Otoño", de Leopoldo Lugones)
(Fragmento de "Rosa de Otoño", de Leopoldo Lugones)
Y en su temblor, lleno de pureza, y en su bella melancolía, tu también temblabas, Caro. Y tiemblas, porque tu esencia sigue felizmente viva. Nunca te abandonará... Tu poema está lleno de belleza, de delicadeza, de elegancia, de sensibilidad. Algo que es lógico, pues en este poema (como en otros muchos, estás retratando tu alma, tu esencia.
ResponderEliminarY hoy publiqué el post "Sublime rosa" sobre las rosas del compositor Morten Lauridsen , que unió a las rosas del poeta Rainer Maria Rilke. Un post donde pido perdón.
En el otoño de 2021 (Octubre en España) retraté la última rosa de un conjunto de rosales. Ascendían sus ramas por una extensa y antigua pared de un palacio que debe tener unos 200 o 300 años. Un palacio de terratenientes, no muy grande en el Valle de Babia, un lugar realmente mágico en el norte de España que me atrapó hace ya muchos años. Allí siento cosas que no siento en ningún otro lugar. Cómo decirte??? Mi sensibilidad se dispara, me lleno de emociones que no sé de dónde llegan, y mi alma está presente en cada gesto, en cada pensamiento, en cada sentimiento...
Pues bien, en medio de todas ramas y hojas que ocupaban un buen tramo del muro del palacio, allí estaba esa rosa anunciando el final de toda una temporada de esplendor, que se erigió desde los primeros sueños renovadores del otoño anterior hasta la sublimación de la vida en el verano que acababa de terminar.
Esa rosa, rosa blanca, estaba allí para recordarme que el esplendor de la vida no muere con las estaciones, no muere con la llegada del frío, el viento o la lluvia. Ni muere con los errores que cometemos, cuando de ellos aprendemos. Esa rosa blanca y pura, como el alma, anunciaba el esplendor que estaba por llegar. De la tierra volvería a brotar nueva belleza, y del corazón del ser humano nacería nueva sabiduría. Esa rosa era una declaración de amor...
Extraño tu poesía. Puedo leer la del pasado, pero no publicas la de ahora. En la poesía habla tu alma. En la poesía leo tu alma, Carolina.
Un enorme abrazo, querida amiga!!!