Hubo un momento en la historia del arte en que el paisaje dejó de ser un decorado, y la gente del campo dejó de ser un personaje anecdótico para convertirse en protagonista. Fue cuando algunos artistas comenzaron a mirar el mundo rural con respeto y asombro. En ese giro, Jean-François Millet tuvo un papel fundamental.
Con él, y con la Escuela de Barbizon que ayudó a consolidar, germinó un realismo profundamente humano.
Nadie mostró con mayor verdad la dureza de la vida rural: hombres y mujeres que se partían la espalda de sol a sol, explotados por terratenientes. Por eso su pintura no fue bien recibida por la burguesía. Aun así, prefirió quedarse con lo sencillo: los olvidados fueron siempre el corazón de su obra.
Le dio al trabajo humilde el lugar que el arte aún le debía; para él, los campesinos eran dignos de ser representados en obras de arte mayúsculas.
Sus pinturas son muy bellas y te hacen pensar. Te mando un beso.
ResponderEliminarLife is complete when we are surrounded by art.
ResponderEliminar(ꈍᴗꈍ) Poetic and cinematic greetings.
💋Kisses💋