jueves, 10 de mayo de 2018

Guillermo Divito, Malabarista del Trazo

Divito fue un gran observador de la idiosincrasia porteña que se adelantó a la época dando vida a mujeres despampanantes con actitud moderna. 
Pocas creaciones tuvieron en la historia de nuestro humorismo gráfico una influencia tan grande; las inefables Chicas de Divito dejaron una huella imborrable y se convirtieron en modelo de belleza para las mujeres y en fantasía inalcanzable para los hombres de toda una generación. 

José Antonio Guillermo Divito (1914 – 1969) fue un dibujante, caricaturista, historietista y editor que, a través de sus ilustraciones, cambió el pulso del humor gráfico argentino en las décadas de 1940 a 1960 y se convirtió en símbolo del esplendor de la historieta; todos los personajes calaron profundamente en la sensibilidad de los lectores. 

En sus inicios trabajó en la Editorial Columbay, más tarde, con Dante Quinterno (el creador de Patoruzú) en donde realizó la tira "Oscar dientes de leche", "De tal palo, tal astilla" y "Enemigo del hombre", pero por desavenencias creativas con este último, abandona la editorial y se embarca en su propio proyecto. 
En noviembre de 1944 crea la revista Rico Tipo, caracterizada por ser un poco más desenfadada, diferenciándose de inmediato del resto y produciendo un boom editorial. 

Sus personajes más emblemáticos fueron "El otro yo de Doctor Merengue", "Falluteli", "Bómbolo","Pochita Morfoni", "Fúlmine"… todos encerraban en el nombre su característica física o rasgo psicológico más sobresaliente y, por supuesto, sus famosas Chicas. 

El refinado Sr. Divito falleció en una ruta de Brasil al chocar contra un camión mientras circulaba en su rojo auto deportivo el 5 de julio de 1969.






















1 comentario:

  1. Me acuerdo de las chicas Divito, eran muy sensuales para la época.
    Tus publicaciones siempre son didácticas, son tu sello querida Carolina. Me alegra que sigas escribiendo sobre temas tan interesantes.

    Besos

    Pd Gracias por el mensaje que me dejaste, es así todo lo que me sucedió por eso estoy como agotada, los nervios destruidos porque gasté dinero aparte para el libro. Si sabía eso no lo publicaba pero tampoco puedo decir mucho porque la gente que edita con ellos está feliz. Es que mis sueños eran otros: tener el librito en la mano no me conforma, ya lo viví hace 18 años. En fin... ya está. Me tengo que acostumbrar a no ser tan inocente y a desconfiar de todo el mundo como vos. Cariños

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