Paseando por El Reino de la Fantasía y la Infancia al que siempre visito y recurro recordé a tres chicas angelicales: Las Trillizas de Oro.
La vida está hecha de pequeños y diarios eventos a los que no damos importancia pero con el tiempo formarán nuestro bagaje emocional. Estos recuerdos -entre miles otros- son el sol de mi vida y están anclados profundamente en mi alma, ¿cómo olvidar mi infancia? Yo adoraba a estas muñequitas de porcelana y organizaba "funciones" en casa con mis primas imitando a María Laura, María Emilia y María Eugenia Fernández Rousse, las hiperdivinas trillizas. Mi mamá y mi abuela eran las sufridas espectadoras pero disimulaban y hacían como que les encantaba, nos aplaudían y nosotras, chochas.
Sus voces y su belleza recorrieron el mundo y su mejor momento fueron las décadas del '70 y '80; empezaron desde muy chiquitas y fueron el coro más lindo que -para mí- tuvo Julio Iglesias y esa época también fue el mejor momento de él.
Dicen que donde hay música hay belleza y creo que con las inolvidables Trillizas ya no se puede pedir más, ellas me encandilaban. Fueron los años maravillosos, alegraban mi infancia con su mágico encanto.
La canción "Verano Feliz" es una pequeña y dulce melodía y en su momento me representó mucho. A cada paso tenía una ilusión y ellas me transmitían paz y amor.
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