martes, 26 de septiembre de 2017

Pablo Picasso. Crueldad y Belleza


Dicen que era incansable, apasionado, irascible, de gran crueldad psicológica, -tanta que su nieta lo llamó "monstruo"- pero sus amigos afirmaban que era generoso y que en él había también modestia, pero si hay un calificativo que nadie le puede negar es el de genio excepcional.

Prolífico como ninguno, a su muerte dejó 1900 cuadros, 3200 cerámicas, 7000 dibujos, 1200 esculturas y 20000 gráficos que lo elevaron al podio de los artistas más productivos del siglo XX, y hoy, cuarenta y cuatro años después, sigue siendo una de las mayores influencias del arte contemporáneo. 

No podría comprenderse la historia del arte figurativo sin tenerlo en cuenta. Todas, todas sus obras tienen un eje común: están basadas en la realidad, aun cuando no lo parezca. "El arte abstracto no existe, siempre hay que partir de algo", rabiaba Picasso. Él no sólo veía al mundo, sino que lo pensaba,  y de esta visión personal surgió un nuevo lenguaje plástico: el Cubismo, así pintó el horror de la guerra, el anhelo de paz y al hombre y sus contradicciones; creó formas nuevas para situaciones nuevas. 


Guernica

El sueño

Evocación - El Funeral de Casagemas

Las Tres Bailarinas

Mujer ante el Espejo

En la Playa

Las Señoritas de Avignon

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