Queridos Amigos, les deseo muchas felicidades en estas Fiestas, ojalá el próximo año sigamos compartiendo mucha belleza!
Feliz Año Nuevo 2026. Los llevo a todos en el corazón.
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La Natividad de Kershisnik combina lo celestial con lo terrenal. Las parteras rodean a María con una ternura práctica, como si la escena ocurriera en cualquier casa del mundo. A un costado, una perra con sus cachorros percibe lo que los humanos no ven: la multitud de ángeles que se agolpa detrás.
María, despeinada pero serena, sostiene a un Jesús recién llegado al mundo, todavía aprendiendo a respirar. José, en el centro, parece aliviado y desconcertado a la vez; una mano en la cara, la otra firme en el hombro de su esposa.
Y detrás, una marea de ángeles empuja la escena hacia adelante con una mezcla de asombro y alegría. Quieren ver al Niño, acercarse al milagro, unirse al momento.
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La Natività de Botticelli no es una Navidad dulce, es una visión. El artista deja de lado el realismo del Renacimiento y vuelve a un estilo arcaico, casi medieval, como si necesitara un lenguaje más antiguo para contar algo demasiado grande.
Las figuras aparecen en tamaños desparejos —la Virgen es enorme, los pastores rígidos— y todo está cargado de una tensión que desborda la escena. Arriba, los ángeles bailan en círculo como celebrando una revelación; abajo, pequeños demonios se escapan por grietas abiertas en la tierra. Es un nacimiento, sí, pero también un temblor espiritual.
Botticelli pintó esta obra en plena crisis religiosa de Florencia, bajo la influencia de Savonarola, en un clima que respiraba ideas apocalípticas. No sorprende que en la inscripción superior mencione el Apocalipsis y hable de “un tiempo medio después del tiempo”, como si esta Navidad estuviera envuelta en un presentimiento de fin y comienzo a la vez.
Por eso este cuadro es una rareza fascinante: une la esperanza del nacimiento con la intensidad de una visión mística.
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Esta obra, también conocida como La Natividad de Palermo, es una de las pinturas más famosas y misteriosas de la historia del arte. No muestra la típica escena dulce: aquí aparece el dramatismo inconfundible de Caravaggio, con su luz violenta y sus sombras profundas.
El claroscuro ilumina al Niño y a María con una luz suave, casi doméstica.
La escena es muy humilde, María sentada en el suelo, cansada, sin idealización alguna.
La presencia de San Francisco y San Lorenzo, ambos envueltos en una devoción silenciosa.
En esta pintura, el ángel es el único que rompe la gravedad del suelo. Su verticalidad, su gesto suspendido son lo más etéreo, lo más “celestial” del cuadro.
Ese contraste entre la luz divina y la humanidad agotada es, quizá, la huella más inconfundible de Caravaggio.
A la belleza del cuadro se suma un aura de leyenda: fue robado en 1969 y nunca apareció. Ese misterio —probablemente ligado a la mafia siciliana— terminó por convertir la pintura en una pieza casi mítica.
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Anita Rée (1885–1933) fue una pintora alemana profundamente moderna, aunque durante mucho tiempo su nombre quedó relegado. Comenzó moviéndose entre el simbolismo y el expresionismo, pero muy pronto su obra tomó un rumbo propio: retratos austeros, meditativos, construidos con colores fríos y una sensibilidad singular.
Viajó mucho y cada lugar la transformó: Hamburgo, París, el Tirol, Positano. Todo se filtró en su mirada.
Pero los años 30 fueron crueles. Su arte fue catalogado como “degenerado”, y Anita Rée sufrió una presión brutal. Aislada y acosada, terminó quitándose la vida en 1933.
Tras su muerte, su obra quedó en el olvido durante décadas.
Hoy, gracias al trabajo tenaz de historiadores y amantes del arte, su nombre vuelve a ocupar el lugar que merece.
Madame Virginie Demont-Breton fue una artista destacada por sus escenas naturalistas de la vida en las costas del Canal de la Mancha. Su obra retrata con especial sensibilidad a mujeres, hombres y niños que enfrentan el mar, el trabajo y la crianza, revelando la dignidad silenciosa de quienes sostienen el horizonte cotidiano.
Su mirada estuvo guiada por un fuerte compromiso feminista: integró la Unión de Pintoras y Escultoras de Francia desde 1883 y la presidió entre 1895 y 1901, logrando en 1897 la histórica admisión de mujeres en la École des Beaux-Arts de París.
Debutó en el Salón de París a los 21 años y, durante más de tres décadas, presentó 63 obras, muchas hoy en paradero desconocido.
Steve Hanks (1949–2015) fue un pintor estadounidense extraordinario, considerado uno de los grandes maestros contemporáneos de la acuarela. Lo más bello de su obra es la manera en que lograba unir técnica impecable y emoción profunda.
Técnicamente, Hanks pertenece al realismo contemporáneo o realismo figurativo, y más específicamente al hiperrealismo en acuarela, lo cual ya es impresionante porque alcanzar ese nivel de detalle con un medio tan delicado como la acuarela es dificilísimo.
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| Being Perfect Angels |
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| Candle in the Wind |
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| Children on La Jolla Shores |
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| Father's Day |
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| A World for our Children |
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| All in a Row |
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| Aspen Winter |
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| A new Beginning |
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| Angel at the Gate |
Anne-François-Louis Janmot (1814–1892) fue un pintor, poeta y dibujante francés —y sí, era varón. En el siglo XIX, sobre todo en Francia, el nombre Anne también se usaba en hombres.
Janmot fue un artista singular, ligado al Simbolismo y al espiritualismo romántico. En su obra se percibe una profunda influencia de la religión católica, el pensamiento místico y el idealismo romántico. Era un creador introspectivo, fascinado por el destino espiritual del ser humano, la inocencia y la búsqueda de trascendencia.
Su creación más célebre es el ciclo monumental Le Poème de l’Âme (El poema del alma), donde fusionó pintura y poesía para narrar, en clave alegórica, el viaje interior del espíritu desde su nacimiento hasta su caída y redención.
Con este conjunto, Janmot consiguió unir las artes visuales y la palabra en una sola voz, anticipando la sensibilidad simbolista que dominaría el arte francés de fin de siglo. Gran parte de su obra puede admirarse hoy en el Museo de Bellas Artes de Lyon.
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| El Angel y la Madre |
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| La Asunción de la Virgen |
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| Generación Divina |
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| El Pasaje de las Almas |
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| Souvenir del Cielo |
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| El Techo Paterno |
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| El Mal Sendero |
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| Pesadilla |
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| El Grano de Trigo |
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| Primera Comunión |
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| Virginitas |
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| La Escalera de Oro |
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| Rayos de Sol |
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| Sobre la Montaña |
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| Una Tarde |
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| El Vuelo del Alma |
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| El Ideal |
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| Realidad |
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| La Primavera |