Andrey Remnev, pintor ruso, crea universos donde lo medieval y lo surreal se entrelazan. Sus figuras majestuosas, ataviadas con ropajes elaborados, miran con misterio y poder, mientras los colores vibrantes —nacidos de pigmentos naturales y técnicas renacentistas— iluminan escenas que parecen surgir de un cuento de hadas o de un sueño antiguo.