jueves, 7 de febrero de 2019

Breve Historia (y Alabanza) de los Gatos



Mi romance con los gatitos sigue viento en popa. Además de su honestidad emocional absoluta, los michifuces son adorables compañeros, ayudan a calmar nuestras ansiedades, a consolar nuestras aflicciones e incluso a brindarnos horas de entretenimiento. Son divertidos, sutiles, misteriosos, persiguen mariposas, meditan dentro de cajas de cartón y son reyes del aplomo y estilo.
Y son muy curiosos, a menudo eso los conduce a problemas. Por algo el dicho "la curiosidad mató al gato" es una expresión que nos advierte de los peligros de una investigación innecesaria.

Pero aun así, nuestra relación con los ronroneantes ha tenido sus altibajos a través de la historia. Desde siempre los michis han provocado controversia. Hagamos un repaso:

Al parecer hace 9.500 años en Chipre, un gato fue acostado en una tumba con un humano, junto con piedras pulidas y otras decoraciones.

La capacidad de los gatos para matar cobras y controlar parásitos los convirtió en animales sagrados en el antiguo Egipto. En los jeroglíficos, los gatos fueron dibujados con joyas e incluso momificados después de la muerte. Los hogares que perdían a un gato a menudo se afeitaban las cejas para indicar que estaban de luto. Estas graciosas criaturas eran tan veneradas que matarlas, incluso accidentalmente, significaba la pena de muerte.

Se cree que los romanos los introdujeron en Europa desde Egipto. Durante la Era del Descubrimiento, los gatos se diseminaron por todo el mundo gracias a su utilidad para controlar roedores a bordo de barcos. También fueron vistos como amuletos de buena suerte. 

Pero en la época medieval, la suerte del gato se agotó. En una era de plagas, la gente quería chivos expiatorios y recurría a la superstición como respuesta. Aunque los gatos aún eran vistos como cazadores de ratas valiosos, fue su independencia y tendencia a "jugar" con sus presas lo que hizo que algunos observadores pensaran que estaban aliados con el diablo.
Hasta el día de hoy, la expresión de jugar al gato y al ratón significa jugar o atormentar a alguien sin compasión. 
En 1484, el Papa Inocencio VIII declaró que este animal era el favorito de las brujas y  fueron asesinados en masa. Pocos se dieron cuenta de que los mininos en realidad estaban ayudando a controlar la propagación de roedores que hospedaban pulgas llenas de enfermedades. 

Fue necesario un cuento de hadas para salvar la reputación de estos felinos. El "Gato con Botas" del siglo XVII cuenta la historia de un gato que, por sí solo, le consigue a su amo la mano en matrimonio de una princesa. Esta historia cambió la fortuna de los michis en general. Lo mismo hizo la obra de Louis Pasteur en el siglo XIX. Su teoría de los gérmenes popularizó la idea de que un hogar limpio era un hogar libre de gérmenes y, debido a que pasan tanto tiempo en su aseo personal, los gatos fueron vistos como animales aptos para tener en casa. 
Afortunadamente, hasta el día de hoy, nuestra relación amorosa con los micifuces continúa sin cesar. Esperemos que ya las ideas adversas y absurdas sobre estos angelicales seres no regresen jamás.

Joven con Gatito Negro, por Cecilia Beaux

Gato Aseándose, por Arthur Heyer

Ilustración del libro El Gato con Botas, por Artur Oppman

Joven con Gato, por Pierre-Auguste Renoir

Obsequios para un Gato, por John Reinhard Weguelin

El Gato, de Guillermo Roux

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