lunes, 29 de agosto de 2016

La Leyenda de San Pantaleón y los Ñoquis del 29


La tradición de servir ñoquis los días 29 de cada mes tiene su origen en una leyenda basada en la historia de San Pantaleón, un joven médico de Nicomedia -actualmente Turquía- que, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia difundiendo la doctrina cristiana y realizando milagrosas curaciones por las que fue canonizado.

Santo y mártir, patrono de los enfermos y de Venecia

La historia se remonta a la Edad Media, época en la cual los ñoquis eran una de las comidas habituales de los humildes campesinos italianos (aunque supongo que no estaban hechos de papas, ellas son oriundas de América y no las conocían todavía) y da que cuenta un día 29 de diciembre Pantaleón, hambriento y vestido con andrajos luego de peregrinar durante varios días, tocó a la puerta de unos campesinos vénetos para pedirles un poco de pan. Estas personas, conmovidas por su aspecto, lo invitaron a compartir su mesa con lo único que tenían: gnocchi. Agradecido por poder saciar su hambre, el médico les anunció un año de pesca y excelentes cosechas, profecía que, finalmente, se cumplió: "Será un año de abundancia y prosperidad para ustedes", les dijo. Una vez que el santo se fue, la familia encontró debajo de cada plato unas monedas de oro; se había cumplido la profecía y fueron mucho más prósperos. Desde entonces, se repite la tradición de comer ñoquis cada 29 recordando el angelado episodio y como símbolo y deseo de prosperidad y bendición.

Rico, rico!

viernes, 26 de agosto de 2016

Jorge Luis Borges, Figura Universal de las Letras Argentinas

Es considerado uno de los autores más importantes de la literatura universal - incluso algunos creen que la historia de la literatura se divide en a.B y d.B. - 
Alguien dijo de él alguna vez: "Borges es un escritor culto para lectores cultos". 

Jorge Luis Borges, escritor y poeta (1899 - 1986)

Porque dio carta de existencia al idioma de los argentinos y abordó con sutil ironía los temas más complejos, Borges resuena en todo el mundo y en Buenos Aires muy especialmente. 

martes, 23 de agosto de 2016

Raúl Soldi, Maestro del Arte Argentino


Raúl Soldi (1905- 1994)

Raúl Soldi fue un artista plástico de excepción que cultivó el paisaje, el retrato y el bodegón y sus obras conmovieron a las culturas de todo el mundo porque apelan a la emoción, al lirismo y evocan el pasado. Sus cuadros son inconfundibles.
Las figuras son armónicas, líricas en el más amplio sentido de la palabra; superficies transparentes, líneas translúcidas... los óleos son tan livianos como acuarelas, y su poética vive también en las vidrieras de Harrod's, en la cúpula del Teatro Colón, en escenografías para Argentina SonoFilm y en numerosas ilustraciones para libros, pero además de ser brillante desde su arte fue también un hombre generoso y afectuoso que honró a su ciudad de Glew inmortalizando su creatividad en los frescos de la Capilla Santa Ana.

Nacimiento de Jesús

Angel Músico

En el Jardín

Santa Ana y la Virgen Niña Imaginando sus Sueños

Tango en París

Violinista de Orquesta de Circo

Hombre Orquesta

Diálogo

Los Músicos

El Ensayo

Primavera

miércoles, 17 de agosto de 2016

General Don José de San Martín, Libertador de América

General José Francisco de San Martín

Hay una fuerza que impulsa a los hombres a cumplir su destino. Es una gran fuerza interior, una promesa, una aspiración y una esperanza, y quienes se apoyan en ella pueden alcanzar su verdadera estatura moral. Esa fuerza es la vocación, y en San Martín tuvo carácter excepcional; cada paso que dió en su vida iba encaminado a ese cumplimiento. 
"Serás lo que debas ser, o no serás nada" expresó el admirado militar, estratega y político argentino y debió sentir esa voz interior ya en los primeros años de su infancia, en aquel pueblito de Yapeyú donde nació el 25 de febrero de 1778, voz que ya nunca dejaría de asistirlo en toda su existencia.
Su viaje a España a los ocho años de edad, en compañía de sus padres -que eran españoles-, su incorporación como cadete a los ejércitos del Rey cuando aún no había cumplido los doce; su espléndida carrera militar donde obtuvo méritos de guerra que le valieron el grado de Teniente Coronel y su regreso a la patria en el momento mismo en que su carrera militar en España le prometía los más altos honores: todo tenía un sentido que su obra posterior iba a definir.
San Martín seguía su vocación, que era la vocación de la libertad. Y por eso, de todos los títulos a que se hizo acreedor en los países que libertó, la posteridad eligió el que lo distingue entre todos los grandes de la Historia del mundo: el Libertador.
Tenía treinta y tres años cuando decidió volver a su suelo natal. El valor de su brazo había contribuido a que España recobrase su independencia expulsando a los franceses invasores. Pagada su deuda a la madre patria ahora podía volver los ojos hacia la patria entrañable, la lejana, aquella que el 25 de mayo de 1810 se había decidido por la libertad.
Llegó el 13 de marzo de 1812 y su llegada no pudo ser más oportuna, la revolución pasaba por dificultades muy graves. Al entusiasmo de los primeros momentos seguía la urgente necesidad de organizar un ejército que resguardase el movimiento emancipador. Como el gobierno de Buenos Aires carecía de jefes militares, reconoció los títulos del recién llegado, le encomendó la organización de un cuerpo de caballería y más tarde lo nombró Coronel del Regimiento de Granaderos a Caballo. Muy pronto tuvo la oportunidad de probar el temple de la nueva fuerza militar enfrentándose a los marinos españoles que desde tiempo atrás venían saqueando las poblaciones del litoral usando como base el puerto de Montevideo.
El forjador de la independencia incluso concibió la proeza de trasponer la Cordillera organizando el gran Ejército de los Andes para consolidar la gesta emancipadora. No por ambición personal, sólo quería ver asegurada para siempre la libertad de América.


Paradigma de los valores a imitar, la grandeza de este genio militar no tiene precedentes en América, por eso es mi personaje histórico superfavorito, junto a Manuel Belgrano. Subordinó la fuerza de las armas a la política, antepuso la ética a cualquier interés personal, rindió culto a la austeridad, y fue intachable.
Por sus campañas fue nombrado Generalísimo y Protector de la República del Perú y Fundador de su Libertad; Capitán General de la República de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina y por expreso pedido de Sucre envió refuerzos al Norte, con los que consiguió la Victoria de Pichincha que dio la independencia a Ecuador.
Aliado de la gloria, su reloj de pared se detuvo para siempre a la hora de su muerte, el día 17 de agosto de 1850 y, desde entonces, evocamos su figura rindiendo homenaje a la tremenda fuerza moral de El Gran Capitán, Señor de la Guerra y Santo de la Espada.


martes, 9 de agosto de 2016

El Arcipreste de Hita

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

Fue un poeta español del siglo XIV cuyo verdadero nombre era Juan Ruiz, autor del Libro del Buen Amor.  Muy poco se sabe de su vida, excepto que fue arcipreste de Hita hasta 1331, que realizó probablemente sus estudios eclesiásticos en Toledo y que llevó una vida de vagabundo pese a su condición de clérigo.
De su obra sólo se conservan las 1728 estrofas que componen el Libro del Buen Amor, un conjunto complejo en el que se entrecruzan casi todos los temas que estuvieron en boga por aquella época.
No es fácil determinar si el poeta se propuso moralizar a fuerza de describir los vicios de su época o bien manifestar su actitud cínica relatando episodios desenfadados y humorísticos como los versos que siguen en esta risueña versión adaptada por Paco Ibáñez.



"Lo que Puede el Dinero"


Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
Al torpe hace discreto y hombre de respetar,
hace correr al cojo y al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.

También al hombre necio y rudo labrador
dineros le convierten en hidalgo doctor;
Cuanto más rico es uno, más grande es su valor,
quien no tiene dinero no es de sí señor.

Y si tienes dinero tendrás consolación,
placeres y alegrías y del Papa ración,
comprarás Paraíso, ganarás la salvación:
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.

El crea los priores, los obispos, los abades,
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades
a los clérigos necios da muchas dignidades,
de verdad hace mentiras, de mentiras hace verdades.


El hace muchos clérigos y muchos ordenados,
muchos monjes y monjas, religiosos sagrados,
el dinero les da por bien examinados,
a los pobres les dicen que no son ilustrados.

Yo he visto a muchos curas en sus predicaciones,
despreciar al dinero, también sus tentaciones,
pero, al fin, por dinero otorgan los perdones,
absuelven los ayunos y ofrecen oraciones.

Dicen frailes y clérigos que aman a Dios servir,
más si huelen que el rico está para morir,
y oyen que su dinero empieza a retiñir,
por quién ha de cogerlo empiezan a reñir.

En resumen lo digo, entiéndelo mejor,
el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor,
toda cosa del siglo se hace por su amor.

jueves, 4 de agosto de 2016

Caballeros Templarios, Misteriosos Monjes Guerreros

Caballeros Templarios

La Orden de los Templarios fue fundada en Jerusalén en 1119 por Hugo de Payns y otros ocho caballeros franceses, con el nombre "Pobres Caballeros de Cristo". Su misión era proteger a los peregrinos que acudían a los Santos Lugares pero parece que a este grupo no lo movía la fe sino que poseía información privilegiada sobre algún secreto vinculado con Tierra Santa.
El rey de Jerusalén, Balduino II, los instaló en un palacio cercano al antiguo Templo de Salomón, por lo que cambiaron su nombre por el de Caballeros del Temple. La orden, nacida severa y ascética, hizo votos de castidad y pobreza, pero este juramento no se cumplió. Durante los primeros nueve años de la orden no admitieron ningún otro adepto, se presume a causa de que se encontraban realizando excavaciones secretas en busca del Arca de la Alianza o del Santo Grial. Dispusieron de varias fortalezas de Palestina y se convirtieron en una de las instituciones financieras más poderosas de la época. Se olvidaron de proteger los caminos y actuaron como banqueros de los peregrinos, por lo que obtuvieron grandes riquezas. Bernardo de Claraval no solo contribuyó decisivamente a la fundación del Temple, sino que escribió un tratado titulado En alabanza de la Nueva Orden de Caballería, que presentaba a los templarios como el mejor exponente de los valores cristianos. Su tratado resultaba el mejor aval para que la recién nacida Milicia de Cristo fuera aceptada por todos los reinos europeos. Pero mantuvo otra actividad menos conocida, vinculada a asuntos más misteriosos relacionados con el Santo Grial, el tesoro del Templo de Salomón, el secreto de María Magdalena, el de la Sábana Santa o la decapitada cabeza de Juan Bautista.

Bernardo de Claraval

No se sabe con exactitud a que se referían con el Santo Grial, para algunos es el Cáliz de la Última Cena, o el otro con que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo en la Cruz. Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura económica a lo largo del mundo cristiano, creando nuevas técnicas financieras que constituyeron una forma primitiva del moderno banco y edificando una serie de fortificaciones por todo el Mediterráneo y Tierra Santa.
También alcanzaron gran poder en toda España donde participaron en numerosas expediciones contra los musulmanes custodiando las fronteras. Se cree que la incesante construcción de Catedrales en honor a la Virgen María, en realidad eran dedicadas a María Magdalena y a vírgenes negras. Desarrollaron el arte gótico (sistema sin precedente que alivió el peso de los muros) y características arquitectónicas muy peculiares en todos sus edificios. Construyeron más de setenta catedrales en menos de cien años, en abierto desafío a la ley de gravedad. Protegieron "fraternidades" constructoras las que, desprotegidas al caer el Temple, se transformarían en la semilla de la francmasonería. Despejaron los caminos de ladrones y abrieron las rutas al comercio. Difundieron la letra de cambio (ya practicada por venecianos y lombardos) y con sus extensos cultivos alimentaron como nunca a hombres y bestias de Europa.

Ponferrada
Vista parcial de Castillo de los Templarios, en Ponferrada, España

Durante los casi doscientos años de su existencia no hubo hambruna en Europa. Al ser expulsados los cristianos de Palestina, los Templarios se retiraron a Chipre. A la muerte de Alfonso I el Batallador, fueron nombrados herederos, junto con otras ordenes militares del reino de Aragón; a cambio de su renuncia a la herencia recibieron diversas fortalezas y en Francia se habían convertido en banqueros de los reyes.
Felipe IV el Hermoso, para apoderarse de sus riquezas, inició contra ellos un irregular proceso, acusándolos de impiedad. Las causas de este interés del monarca fueron las deudas que mantenía con esta orden. El Papa Clemente V intento defenderlos pero tuvo que ceder a las presiones reales disolviendo la orden en 1312 y no pudo evitar la confiscación de sus bienes ni el castigo de la hoguera para sus miembros. El gran maestre de la orden, Jacques de Molay, y 140 miembros fueron arrestados y acusados con los cargos de: simonía (tráfico criminal de objetos santos), herejía, idolatría, magia y sodomía. También se los acusó de adorar una extraña cabeza llamada Baphomet y rechazar la divinidad de Jesucristo. Los monjes guerreros fueron llevados a la muerte más atroz sobre unas pilas de leños, elegidos para que ardieran lentamente. Las víctimas murieron proclamando su inocencia y la injusticia que se cometía con su Orden y, por último, se pusieron en manos de Dios.

Suplicio de los Caballeros Templarios

En los reinos de la península ibérica, donde habían intervenido en la Reconquista, corrieron una suerte similar. Sus bienes pasaron a la Corona y a otras órdenes militares ya existentes o nuevas. Para algunos fueron mártires; para otros, herejes. Así, entre leyenda y realidad, se tejió la apasionante historia del Temple que llega hasta nuestros días.