martes, 31 de mayo de 2016

Queridos Angeles

"No vemos a los ángeles 
pero en las avenidas oscuras de la angustia, 
se acercan y nos llaman. 
Se parecen a ellos nuestros seres queridos y 
no son sino ángeles aquellos que nos aman."

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte)



sábado, 28 de mayo de 2016

Energéticos Sonetos de Almafuerte

Pedro Bonifacio Palacios, "Almafuerte"

Pedro B. Palacios (1854-1917)  -más conocido como "Almafuerte"-  fue un querido maestro, periodista y poeta argentino. Era un autodidacta bohemio y vehemente y su poesía alcanzó amplia resonancia por la fuerza de sus versos. 
Venerado por la juventud de su época, su extraordinaria obra no ha perdido ni un ápice de vigencia. Hoy compartiré dos sonetos que me encantan.

¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte! 



¡Piu Avanti!

No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

lunes, 23 de mayo de 2016

Algunas de las Cosas que me Gustan


Los Amantes Felices - Jean Honoré Fragonard


Manejar en la ruta
El romanticismo y los cisnes
El otoño y pisar las hojas amarillas muertas
La salida al teatro, un sábado a la noche
Pompa y Circunstancia, de Edward Elgar
La poesía y los gatos


Romántico Otoño


Viajar, pero vivir en mi Buenos Aires querido
El color rosa
El chocolate blanco relleno de dulce de leche
El Rococó, Fragonard y Watteau
El invierno y jugar en la nieve
Las tardes de invierno con almuerzo, cine y cafecito posterior
La lluvia y el olor a tierra mojada


Nostálgico día de lluvia en Buenos Aires


La Navidad y las estrellas fugaces
La Hermandad Prerrafaelita y Edmund Blair Leighton
Las salidas con Mamá
El Tango
Las calesitas
El olor a pan tostado


Alain Chartier - Edmund Blair Leighton


Las cerezas al rhum, los petit fours y los bombones
Una chimenea de leños crepitantes
El verano, la arena y el mar
Andar en bicicleta
Las mariposas, los helados, los ángeles,
la primavera y las rosas


Carrousel de Sueños

martes, 17 de mayo de 2016

El Cacique Patoruzú, Querido Héroe Argentino

El Cacique Patoruzú


Patoruzú es un maravilloso personaje de historieta creado por Dante Quinterno en 1928 y sus aventuras hicieron felices a varias generaciones de chicos.
Este superhéroe argentino es el último de los indios Tehuelches y, como es dueño de media Patagonia, su fortuna es inmensa. Pero debido a su gran humildad él solo anda vestido con un ponchito amarillo, pantalones arremangados y ojotas. En la cabeza lleva una pluma sostenida por una vincha y usa el pelo largo.
Como es Cacique debería llevar tres plumas, pero por respeto a su padre, no lo hace. Es pura bondad, íntegro, modesto, generoso y muy ingenuo, por eso nunca detecta por adelantado a los embaucadores que pretenden timarlo.
Ahora eso sí: cuando cae en la cuenta de que alguien tiene malas intenciones no duda en recurrir a la potencia de sus puños.
Su fuerza física es sobrenatural ya que proviene de tres componentes diferentes combinados, uno es el hueso del sagrado buey Apis que su padre le dejó, otro son sus baños en las aguas termales de las tierras de la Patagonia, y el tercero es la fuerza de sus antepasados, además de una alimentación especial que tuvo en su infancia.
Nuestro superhéroe indígena usa unas boleadoras que maneja con destreza milimétrica para atrapar a los malhechores, y a veces recurre también al arco y la flecha; siempre acompañado por Pampero, un caballo tan heroico como su dueño.
Patoruzú, aunque tiene un carácter muy masculino, es tierno y buenazo pero como se cree muy feo es tremendamente tímido con las mujeres; en cambio Isidoro Cañones, su materialista amigo y tutor, que siempre se mete en líos, representa su contracara.
Otros personajes que aparecían en la tira, es decir, su familia, eran:


Familia y Amigos del Cacique Patoruzú


La Chacha, su nodriza, además de quererlo y protegerlo como a un hijo, le preparaba las empanadas más deliciosas del mundo.
Upa, el hermanito menor que tiene una panza enorme y eterna mentalidad de niño.
Patora, su hermana, poco agraciada y muy enamoradiza.
Ñancul, el leal capataz de la estancia.
Pampero, potro salvaje al que Patoruzú domó en dos días y dos noches y desde entonces es su amigo más fiel e incondicional.
Debido al inmenso éxito de esta historieta, más adelante se creó la versión infantil que se llamó "Patoruzito" donde mantuvo sus proverbiales cualidades físicas y morales y vivía grandes aventuras junto a "Isidorito" y a su caballo "Pamperito".


Patoruzito


Yo tenía cientos de estas revistas, Mamá siempre me compraba ésta y muuuchas otras más, no podía volver del kiosco sin alguna de estas revistitas infantiles porque si no, yo armaba un verdadero escándalo. Es que las amaba y algunas todavía conservo, otras pasaron a formar parte de la biblioteca secreta del universo, ¡ahijuna, canejo!



jueves, 12 de mayo de 2016

Hans Zatzka, un Mundo Mágico

Hans Zatzka


Hans Zatzka fue un pintor austríaco nacido en Viena el 8 de marzo de 1859 y fallecido el 17 de diciembre de 1945 (aunque algunos datos consignan que falleció en 1949). También fue conocido por el seudónimo P. Ronsard. El artista fue alumno de la Academia de Bellas Artes en Viena entre 1877 y 1882 y la mayor parte de su vida artística la dedicó a la decoración de las numerosas iglesias de Viena y otros establecimientos muy prestigiosos, siendo condecorado con medalla de oro.
Sus pinturas religiosas son muy consideradas pero fue más reconocido por las representaciones de mujeres, hadas, querubines y temas mitológicos. Con sus obras se han creado postales maravillosas que hoy en día son muy codiciadas por los coleccionistas. Estas obras de ensueño transportan a un mundo mágico, todo está ahí, sobre los lienzos y empieza a fluir apenas nos dejamos llevar por las imágenes.
La fuente de creatividad de este artista nunca se agotó y lo mantuvo pintando hasta la edad de ochenta años sin parar.








Sus criaturas parecen escaparse de los marcos, afloran voces interiores que no se detienen, son sensaciones que conmueven y me permiten redescubrir una sensibilidad que a veces parece dormida. El deslumbrante cuadro de cisnes y rosas que me produjo un gran impacto cuando por primera vez lo descubrí. Es mi imagen soñada.




La temática de su obra envuelve en un romántico mundo de belleza sanadora; siento a su obra como un refugio.








Sus remansos bucólicos atraviesan el lienzo con fluidez. Zatzka fue pródigo en atardeceres de postal, sus creaciones están plagadas de brisas suaves y hasta de murmullos que imagino.









Mágico y a la vez terrenal, Zatzka logró efectos muy difíciles de lograr. Imágenes oníricas, bosques hadados, senderos encantados, jardines esplendorosos, nocturnidad y vaporosidad... me parece hasta sentir perfume en el aire.












El nombre de Hans Zatzka remite a fábula, a territorio mágico; el sello de su trabajo resulta inconfundible.









Los temas religiosos que plasmó en cuadros, frescos y retablos también son muy especiales por la expresividad que transmiten.








Entre hadas, cisnes, mariposas, cascadas, odaliscas y querubines el universo refinado del gran artista centroeuropeo continúa brillando con intensidad. Son imágenes que alimentaron mi imaginación desde la niñez y todavía hoy, su obra me continúa fascinando.

lunes, 2 de mayo de 2016

Lo Esencial es Invisible a los Ojos


"Y las rosas se mostraron muy molestas.
-Son realmente hermosas, pero vacías- añadió el principito-. Uno se siente impulsado a dejarse morir por ustedes. Cualquiera pensará que mi rosa se parece a ustedes; pero ella sola es para mí más importante que todas ustedes juntas, porque ella es la que he cuidado y regado; ella es la que cubrí con el globo de cristal; ella es la que guardé con el biombo; ella es la que libré de las orugas que le molestaban, dejando sólo aquellas que se volvieron mariposas; es ella la rosa que oí quejarse, alabarse o mantenerse callada. En fin, ella es mi rosa.
Y volvió hacia donde estaba el zorro.
-Adiós- le dijo.
-Adiós- repuso el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy sencillo. Consiste en que no se ve bien sino con el corazón, pues lo esencial es invisible a los ojos".

Este es el famoso pasaje de la fábula infantil El Principito, es un texto de gran valor poético y aparentemente sencillo que trata de las relaciones sobre las que se asientan la amistad y el amor. El cuento trata de un principito que es el único habitante de un pequeño planeta, del que escapa para huir de las discusiones con una rosa de la que estaba enamorado. Tras un largo peregrinar por seis planetas, llega a la Tierra donde encuentra un jardín de rosas, igual que la suya, que él creía única.

La obra es una alegoría y una valoración de la vida, una búsqueda de los valores del hombre y de los más puros sentimientos del alma en pleno clima de Guerra Mundial. Éste es el más conocido cuento del escritor francés Antoine de Saint- Exupéry (Lyon, 1900 - Sahara?, 1944) pero todas sus obras están basadas en sus experiencias como piloto de las fuerzas aéreas francesas y como aviador civil, y todas hablan de la "acción heroica".
En 1940 Saint - Exupéry se enroló en las fuerzas de liberación dirigidas por el General De Gaulle y desapareció durante una mision aérea quedando para siempre envuelto en la evocación romántica de la disciplina del vuelo, que exige el cumplimiento del deber aún cuando se arriesgue la propia vida.